miércoles, 16 de julio de 2008

No es el momento de hacer chistes



El Otro Amarillo cero se agotó antes de lo esperado. La tirada tenía que durar por lo menos hasta ayer, pero así son las cosas. Con este nuevo número, usted y yo les dimos al ojo a los que esperaban inauguración y clausura, porque no será cuando ellos quieran, sino cuando nosotros, usted y yo, lo decidamos y nos dé la gana.

Hubo todo tipo de comentarios y reacciones. Desde el pago adelantado por la suscripción de un el año por parte de Luchito Catalá, y los que insistían en pagar precio de jauja por consideración, hasta la indiferencia del odioso.

Si yo hubiera sido joven, quizá esto sería un blog y todo se facilitaría para interactuar con los lectores, o al menos sería más rápido, pero nunca me han gustado las cosas rápidas.

Entre los comentarios, escuché que no es el momento para hacer chistes. Ay, como si fuera sencillo contener la risa con las noticias por cómo las presentan. No se niega que en el país estén ocurriendo cosas serias y que las estamos dejando pasar como sucesos de la farándula, pero ocurre que los serios pueden darse el lujo de divertirse en los momentos que lo desean, o de refugiarse con otros secos en sus sedes para olvidar los problemas cotidianos. Cuando no se tiene esa posibilidad, los chistes deben incorporarse a la vida diaria, junto con los dramas, y en esa estamos.

Me recordaron también algo que casi había olvidado; existen vacas sagradas en el pueblo. Sutilmente me lo han dicho en estos días y para qué lo harían. Pero, vaya paradoja. Simultáneamente el más valioso ejemplar de El Otro Amarillo fue permutado en la pasada Feria del Libro, (donde se hizo nuestro lanzamiento a hurtadillas), con las Oraciones a Quemarropa del sacerdote y periodista Lucho Espinal, editadas por el Defensor del Pueblo. En la página siete, en la columna De Contrabando, se reproduce una de esas oraciones porque fue imposible no caer en la tentación de hacerlo. En fin, se va a poner cuesta arriba continuar y eso lo hace más interesante. Una lucha impulsada por los Luchos. Cada número será una celebración y ahora toca brindar por este, que apenas es el que sigue al cero. ¡Salud!