jueves, 10 de diciembre de 2009

Más cruzado, este "luchador", imposible



Los que madrugaron el domingo 6 y tuvieron la oportunidad de recorrer recintos electorales para tratar de estar informados con datos de primera mano, vieron cómo amanecieron empapeladas las calzadas y aceras fuera de los colegios Nacional Florida, Marista y otros en el centro. Medio mojados, prendidos algunos, estaban los volantes de un candidato cruzado, instando a la gente a votar cruzado. "El luchador que necesita Santa Cruz y ManFred Reyes VOTA CRUZADO Róger "Chiqui" Martínez Dioutado c-52" ¿Esta joya aspira a renovar liderazgos en Santa Cruz? ¿Qué dirá el pobre Alejo?

martes, 8 de diciembre de 2009

Panel sobre periodismo de humor



El Otro Amarillo, Oso Mier, Leyla Anas (moderadora) Panel sobre el periodismo de humor en el primer día del Ciclo de Autor de la UEB, sobre Alfonso Prudencio (Paulovich)

lunes, 5 de octubre de 2009

Los candidatos están en busca de empleo

Está comenzando oficialmente la campaña electoral y los actores políticos van a tratar de ocupar los medios a como dé lugar. Ahora que van a bombardearnos con mensajes, con críticas y alabanzas a conveniencia, recordemos las palabras del periodista colombiano Javier Darío Restrepo, cuando decía que al candidato debemos tratarlo como a la persona que busca un empleo.

El candidato debe demostrar que puede cumplir lo que ofrece y debe estar acompañado de buenas referencias. El trabajo que se le está ofreciendo es nada menos que conducir la nave del estado. ¿Contrataría una aerolínea a un piloto del cual no tiene referencias ni ha demostrado tener capacidad para pilotar un avión de millones de dólares con la responsabilidad de la vida de cientos de pasajeros? Y tampoco caer en el otro extremo. No podemos atacar la dignidad de quienes están en carrera electoral, ni menospreciarlos sin haberles dado la oportunidad para que se hagan conocer.

Es decir, tenemos que cuidarnos de caer en la tentación de trabajar con las agendas de los estrategas del marketing político, de los interesados en mostrarnos una realidad polarizada y enfrentada. Por ello también estamos obligados a cuidar el lenguaje, a evitar que nuestras informaciones enciendan pasiones, generen odios, busquen la confrontación sólo por la necesidad de crear circo. Los insultos, la guerra sucia, los ataques a la dignidad tienen un efecto devastador en las familias de los candidatos por mucho que digan que están curados de espanto. Si son ellos los que ingresan a ese terreno, nosotros no tenemos por qué seguirlos y ensuciarnos.
Esta nueva etapa en el calendario electoral plantea un nuevo desafío para los trabajadores de la prensa y al menos tres interrogantes: ¿Estamos preparados para afrontar este proceso? ¿Cuál es el rol que nos toca desempeñar? ¿Cuál es nuestra responsabilidad?

Muchos dirán que no es la primera elección que le toca cubrir o que en los últimos tiempos hemos ido tantas veces a votar que sólo es una más, pero esas no son respuestas. No es lo mismo decir: ya estuve trabajando en elecciones, que: estoy preparado para cubrir estas.

Estar preparado para dar buena información implica conocer antecedentes de los candidatos, revisar la historia reciente, escuchar las demandas ciudadanas y a ser críticos con las ofertas electorales, vale decir, conseguir datos, cifras, biografías, informes, estadísticas y, de ser posible, las propuestas.
Prepararse también es ser consciente de la necesidad de buscar fuentes alternativas, renovar el directorio telefónico, estudiar las normas, la ley electoral y la Constitución. Tener a mano los contactos para poder hacer mención precisa de fuentes pertinentes y mostrar datos, citas o argumentos demostrativos.

Si asumimos que nuestro rol y nuestra responsabilidad es ayudar a tomar decisiones, vamos a hacer todo lo posible para observar en nuestro trabajo cotidiano los estándares de calidad del periodismo, que en época electoral se hacen imprescindibles; a saber, el pluralismo, es decir, brindar variedad de perspectivas, de enfoques y de análisis, así como una variedad temática en la información. Luego habrá que ser ecuánimes para que esa consulta a fuentes diversas tenga un equilibrio tanto en número como en el despliegue. Y si queremos llegar a la gente, debemos ser claros, redactando y hablando en términos sencillos, cuidando el buen uso del idioma y sujetando los mensajes a las normas de los lenguajes correspondientes a los medios empleados. Hay que ser precisos, brindar exactitud, porque de otro modo perderíamos credibilidad. Extendernos cuanto sea posible para que la información esté completa, y hacerlo con criterio de oportunidad, preferentemente de manera simultánea o inmediata a la ocurrencia de los hechos.

“Todo esto se escribe fácil”. “Se dice fácil”. “Otra cosa es en la calle”. “Ya quisiera verlo trabajar buscando estándares de calidad mientras lo están amenazando o agrediendo”. “Una cosa es la teoría y otra la práctica”. “Fácil es criticar desde un escritorio, las noticias en la vida real no son así”, etc., pueden ser comentarios provocados por esta lectura, pero al menos asumamos el desafío de examinar nuestro trabajo autocríticamente. Quizá sea una forma de evitar que nos sigan agrediendo con el argumento, a veces irrebatible, de que estamos parcializados o que manipulamos las noticias.

Entonces, decir que se está preparado para cubrir el proceso electoral sólo por el hecho de haber cubierto eventos similares es un razonamiento falso con apariencia de verdadero; una falacia. Nuestra responsabilidad en estos días es grande y no la podemos delegar. Sepamos estar a la altura de la expectativa de la gente, de lo mucho que esperan de los medios y de los trabajadores de la prensa en este momento de “toma de examen” a los candidatos.

jueves, 20 de agosto de 2009

Borrachitos estaban, me acuerdo

Modificando ligeramente el título de una de las obras más conocidas de un alcohólico nada anónimo, Víctor Hugo Viscarra, brillante autor de Borracho estaba, pero me acuerdo, es más fácil buscar semejanzas entre dos hechos recientes, muy polémicos y que casualmente fueron protagonizados por ciudadanos bajo el efecto de bebidas espirituosas en Quillacollo, Bolivia y en La Habana, Cuba.

Parecidos porque ambos son injustos problemas con la justicia. ¿Cómo es eso? Dos señores tienen cargos penales y están presos porque supuestamente representan un gran peligro. Uno por golpear un Evomóvil y amenazar contra la integridad del Presidente; el otro por decir que falta comida y poner en riesgo un régimen, el cubano. Uno más.

No se sabe si estos dos personajes estarán contentos con que se los empareje. Quizá tengan mucho menos en común de lo que se supone, pero ninguno podrá negar que acaparan la atención y que, sin proponérselo, están siendo llevados hacia uno y otro extremo de la polarización política, tanto en este país mediterráneo como en la isla.
Lo que se debe recordar es que los dos estaban con tragos encima, lo cual es una atenuante porque no estaban conduciendo. Sin embargo, los borrachitos, por cantar unas verdades como suele ocurrir –se dice que borrachos y niños no mienten- ahora miran el sol a cuadritos.

¿Qué es lo que se ha visto en la televisión y por Internet de estos hechos? Simplemente aquello que no quieren ver los sobrios. Descontento. Necesidad de hacerse escuchar, de aspirar a que desde las alturas del poder se eche una mirada hacia el llano.

¿Qué amenaza puede representar para el Presidente unos golpecitos en el vehículo? Los castigados deberían ser quienes no calcularon la incursión de ese boliviano y cobran sueldo por ello. El segundo caso tiene más vueltas. Un cubano, al que por cierto le cambiaron el nombre, se metió en medio de un reportaje televisado sobre música contemporánea y dijo que lo que el pueblo necesitaba era comida, que lo que había en Cuba era tremenda hambre. Días después se lo vio en la televisión, sobrio, retractándose de lo que había dicho. Ahí no acabó todo. A las horas nuevamente, en otro sitio y más borracho que la primera vez, insistía con el tema de la falta de comida en la isla. Ahora enfrenta, dizqué, dos años de prisión.

Si sobra trago y falta comida, o si los opositores no pierden ocasión para desprestigiar a los gobiernos, no interesa en este momento. Lo que no se puede olvidar es que hay dos hombres que están siendo severamente castigados. Si los que beben, aquí o en Cuba, lo hacen para olvidar, que no se olviden de ellos. Y los que se precian de sobrios, menos. Por justicia.

viernes, 7 de agosto de 2009

Rebelión en la granja

Cuando los chanchos animaron a sus compañeros de otras especies, igual de jodidos que ellos, a rebelarse contra el dueño, sabían que podían contar con los perros para llevar adelante sus planes.

Esta alegoría descarnada del escritor George Orwell en Rebelión en la granja (1945) es utilizada para ilustrar procesos políticos de toda laya, pero los biógrafos de este escritor británico de origen indio aseguran que ilustra la traición de los líderes comunistas a su pueblo y a los postulados que los llevaron al poder.
Sin embargo, hay semejanzas para todos los gustos y cada quien se identifica con el animal que mejor le parece en esta trama que no pierde vigencia.


En Bolivia, los periodistas son, desde la óptica del supuesto chancho mayor, los pollos bulliciosos, desordenados, temerosos, numerosos y poco cerebrales. Demás está decir que están permanentemente amenazados por los perros que, con todo el respeto que se merecen los cuadrúpedos canes, son los que más fuerte están ladrando a la prensa; viceministros, por hacerla más corta. Otros falderos están uniformados, pero afortunadamente no cuentan mucho en este momento.


Como los cochinos son ególatras y mezquinos, quieren el barro sólo para ellos. Sólo así se explica que tras que uno está levantando el hocico más de lo debido, ¡zape! Se va para afuera y se convierte en opositor.

Es que para cualquier líder autoritario es peligroso que la gente piense, lea, discuta y se haga preguntas. Peor si se junta con otros para ver la forma de cambiar a los chanchos. ¡Eso sí que es una amenaza porcina, mucho peor que la de los mocos!

martes, 4 de agosto de 2009

PELUQUEROS EN EL BANQUILLO PARA PERIODISTAS

Hasta hace unos años, no muchos, era corriente sentar en el banquillo de los acusados a los reporteros de la crónica policial. Se les endilgaba la mayor parte del descrédito periodístico y en cierto modo se les asignaba un protagonismo mayor al que realmente tenían porque se exageraba en los supuestos sobre el impacto que tenían en el conjunto de los medios y de la sociedad.

Aparentemente, la posta del dudoso honor de estar sobreestimados la tomaron los reporteros de la farándula, empeñados también en situar a Santa Cruz como centro de estas actividades.

Inflados como deben estar los egos de quienes están creyendo que se habla de ellos porque son importantes, difícilmente aceptarán que el debate no está centrado en los “faranduleros” sino más bien en la necesidad de mejorar y de observar parámetros de calidad en el conjunto de la producción periodística.

Es como si los periodistas de farándula, y de la farándula, se estuvieran aprovechando de las limitaciones de sus colegas abocados a otras áreas y en el convencimiento de directores, jefes de prensa o editores que han visto más interesantes estos reportes que otros y llegan a creer que es lo que la gente demanda y necesita.

Los más afectados con el giro hacia la “farandulización” son aquellos que resultaron estar más próximos por una también discutible afinidad temática, en este caso los reporteros de lo que se conoce como el área cultural. Claro, son los espacios culturales los que en muchos casos se ha sacrificado para dar paso a las lentejuelas y las borracheras, si se permite el reduccionismo.

El eco de este tránsito lo han sentido los gestores culturales, que recientemente hicieron pública una carta muy crítica a los medios y que ha merecido atención, pero lamentablemente tuvo poco impacto real hasta el momento.

El Observatorio Nacional de Medios (ONADEM) en el estudio sobre El significado de la cultura en la prensa boliviana (1) ya había detectado que los medios impresos bolivianos destinaban muy poco espacio a las secciones de cultura, pese a que algunos contaban con suplementos especializados. El porcentaje de la superficie ocupada por materiales sobre cultura abarca apenas el 2%. Y de este dos por ciento, la temática del arte tiene el 80% principalmente arte clásico, arte moderno y arte popular, en ese orden. “Lejos de ser uno más de los espacios públicos en que se promueve una idea abarcadora de cultura, el del periodismo cultural practicado en los diarios bolivianos es otro más de tantos escenarios en que se opera con y desde una concepción elitista de la cultura”, indica el informe citado.

Y no se trata de polemizar sobre si se debe dar más cabida a lo popular o a lo culto, sino de que independientemente del tema, debe ser abordado con rigor periodístico.

El incipiente periodismo de farándula en Santa Cruz, no está en el nivel, hacia abajo, del que tiene en otras ciudades de países vecinos y no tan cercanos. Las preferencias sexuales, adicciones, y otras intimidades de los ricos y famosos criollos están más o menos a buen recaudo…todavía. Y por ello parece oportuno que en vez de satanizar a los faranduleros e indirectamente alentarlos a que sean cada vez más osados, se pueda reflexionar a aquellos que los dirigen y principalmente a quienes tienen la capacidad de hacer un mejor periodismo en otras áreas, para que asuman el protagonismo que la sociedad les exige.

Si se está devaluando el periodismo no puede ser responsabilidad exclusiva de quienes lo hacen mal; tienen mucho que ver los que pudiendo hacerlo mejor se están dejando llevar por la tendencia y permiten que el chisme tenga más peso que la investigación. Si el espacio de los periodistas ahora lo ocupan buenos peluqueros en algunos medios y programas, es porque realmente necesitamos repasar los parámetros de calidad periodística y poner a las cosas, a las profesiones y a los acusados en su sitio.

viernes, 3 de julio de 2009

¿Golpe en Honduras, cuál golpe?


(Relativizar sirve si es para despolarizar)

Osman Patzzi

El conflicto en Honduras, ese que amenaza con hundir para siempre la relativa calma que se respiraba en Centroamérica tras los sangrientos años 80, pudo haber sido originado por lo que quiera llamarse, no interesa en el fondo. Es que nada puede valer más que la vida. Si algunos ofrendan su existencia por un ideal supremo es otro cantar, pero aquí hablamos de la que vulgarmente se conoce como carne de cañón, la de los seres que van en primera línea armados con el coraje que ya quisieran tener quienes los mandan al frente de batalla.
Así estaba pensando cuando llegué a la conclusión de que en el fondo puede ser bueno el relativismo en las posturas asumidas por la gran prensa internacional y sus analistas después del impacto del golpe de estado en Tegucigalpa, la madrugada del domingo 28 de junio, porque eso ocurrió y no lo que eufemísticamente se ha venido a llamar como “transición política obligada por las circunstancias”.
Bueno en el fondo porque, al final de cuentas, un nuevo baño de sangre en Honduras o en cualquier otro país sólo puede ser deseado en mentes enfermas, que las hay.
Relativizando el hecho, que ya es mucho pedir, al menos se baja el tono verbal, un primer paso para reflexionar porque cuando los frentes están polarizados no existe posibilidad de encontrar una paz que no sea la de los cementerios. Que sólo hay paz cuando hay justicia, no se discute, pero cuando nos empeñamos en anular toda posibilidad de ver una nueva perspectiva, la única salida será el enfrentamiento. De ese modo, los caudillos están en su salsa porque afloran nacionalismos, buscan aliados, endurecen posiciones y hablan de traiciones y de códigos de honor de cumplimiento optativo para ellos, pero obligatorios para las bases.
Los hondureños, nuestros hermanos de desventuras, son más maduros de lo que suponemos porque hasta no hace mucho han vivido en carne propia la desgracia de la guerra civil. Sus sobrevivientes y los desplazados saben perfectamente que el de la violencia es un viaje sin retorno. Por eso, dejémoslos que resuelvan su crisis, su vida, y definan a quién quieren como presidente. Los políticos del hemisferio, calculadores como son, ya han tomado decisiones de acuerdo a sus intereses. Sabemos que a veces ese interés es la sangre, ajena por supuesto, que siempre saben capitalizar a su favor.
En definitiva, en Honduras hubo golpe, sí. Un golpe que nos avergüenza, pero que no es más que un llamado de atención para todos, porque quienes tratan de justificarlo y los que buscan la salida violenta para revertirlo nos están golpeando más fuerte todavía. Están machacando tanto, que esperan aturdirnos para que no podamos ver el verdadero riesgo, el de la explosión incontrolada por quién sabe cuántos años y no sólo en Centroamérica. Frente a eso, ¿qué importancia tiene cómo llamen a la mecha encendida si ya no la podrán apagar? O dicho en difícil: Relativizar sirve si es para despolarizar.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Veinte años esperando ser publicada

El periodista Germán Casassa, nuevo director de El Mundo, publicó en la edición del 10 de mayo de 2009 de este matutino una caricatura suya que data de 1989. Es la que acompaña esta nota. El autor, cuyo autorretrato está a la izquierda, aparece junto a sus condiscípulos en la materia de periodismo que el Lic. Casassa daba en la UPSA. Una estampa añeja, divertida. Una mirada a la formación de los comunicadores. Un homenaje a la paciencia y perseverancia en la enseñanza del oficio más antiguo del mundo. ¡Gracias, profe Casassa por publicar mi dibujo!

Taller de fotografía documental con Alfredo Srur





Presentación de fotos en el Taller de Fotografía Documental a cargo del fotógrafo argentino Alfredo Srur (segundo desde la derecha) que tuvo lugar del 11 al 15 de mayo en la AECID.
La fotografía es un documento y tiene un valor testimonial invalorable. La preservación de las fotos y el compromiso por hacer registros fotográficos es una obligación.
Después de analizar el legado de las leyendas de la fotografía en el mundo, nos dimos cuenta de que sus esfuerzos no cayeron en saco roto. Quedaron para la historia. Todos debemos cuidar y cultivar el aprecio a la fotografía. Cualquier foto, la que menos sospechemos, puede convertirse en unos pocos o muchos años en un documento valiosísimo. Nada es bonito, nada es feo. La foto es eso. Tiempo detenido en papel, en cartón, en plástico, en el soporte que sea.
¿Qué veremos en cien o doscientos años? Las fotos que estamos cuidando ahora. ¿De qué privaremos a las nuevas generaciones si no lo hacemos? Del testimonio de nuestro paso por el mundo. Y eso no es poca cosa. ¡Gracias Alfredo por motivarnos!

jueves, 23 de abril de 2009

Acumulando periódicos y esperando los resúmenes

Quiero preciarme de estar bien informado y por ello he decidido juntar las ediciones de los diarios para leerlas todas juntas a fin de mes, en mayo, o cuando los surazos de junio y julio impidan otras actividades. Aunque para entonces tenga que estar nadando en papeles, o tenga que echarme sobre ellos porque no tendré más espacio, espero tener información más o menos contrastada, investigada, contextualizada y con fuentes fiables, creíbles y principalmente responsables.
No queda otra. Me cansé de leer y que al otro día resulte que no había sido así el asunto. Y al otro día, tampoco. Una cosa es la dinámica informativa en el periodismo, otra que jueguen a las adivinanzas con los lectores. Me cansé de jugar. En realidad, de que jueguen conmigo y con todos los que esperamos algo de la prensa. Con esta competencia desleal, los amarillos chicos, o insignificantes como este pasquín, cada vez la tienen más dura, (la competencia, aclaro).

lunes, 23 de marzo de 2009

De sindicalistas y malas yerbas


La primera sílaba de la palabra sindicalista es sin y es bueno que así sea. El verdadero sindicalista lucha porque siente que siempre falta algo y dirán que eso lo hace cualquiera que trabaje con dignidad, pero la diferencia es que el sindicalista mira carencias más allá de las personales y aunque también resulte beneficiado, no lucha pensando en él, sino en quienes lo han elegido, si es un líder, o en los que luchan junto a él si está en la base, que es igualmente una posición de gran responsabilidad.

Suena contradictorio, pero es así. Un sindicalista íntegro es aquel que está sin. Sinvergüenza también empieza con sin y es justamente porque en eso se convierten los que se desvían.

Desviados, son con. Los “condicalistas” son fáciles de reconocer porque les gusta estar bien con Dios y con el diablo. Nunca se la juegan por nada que no sea su interés particular. Calculan acciones, manipulan a los manipulables y se llenan la boca hablando por todos. Cuando explican se complican y ya ven, son muy parecidos a los politiqueros, que es la categoría que finalmente los acoge y donde luego se los ve a gusto. Para ellos todo es con. De conveniencia.

Usan el sindicalismo como escalera, como puente, como camino. O sea, lo pisan y pasan de largo. Y cuando se largan o los botamos, nos dejan pensando que es una suerte que se hayan ido, aunque algunos demoren al hacerlo. Como yerba mala.

Cuando aparecen noticias sobre el surgimiento de nuevos líderes en el sindicalismo boliviano siempre hay expectativa. Si se conoce a la persona y sus valores, mucho mejor, porque así es más fácil auspiciar buenos augurios. Así se espera a Eulalio (Chichi) Grimaldes en una posición de líder. Es conocido en la vida sindical y es la primera vez que se anima a asumir el espacio que lo estuvo esperando en una directiva. Es un sin. Sin duda. (OPS)

viernes, 6 de marzo de 2009

YA SALIO

Más pequeño, pero El Otro Amarillo sigue circulando en su tradicional papel amarillo

viernes, 27 de febrero de 2009

Don Antonio


Hace un año nos golpeó brutalmente la noticia. Don Antonio Miranda Solís, el periodista por antonomasia, dejaba este mundo. Hubiésemos querido celebrar este 2009 su cumpleaños número 73, pero ya ven, estamos recordando el aniversario de su muerte.


Mucho se ha dicho de este maestro, pero es mucho más lo que se tendría que decir como una señal de gratitud. Sus familiares estarán rezando por su alma, retrocediendo en el tiempo para recordarlo. Sus colegas y amigos, los que tuvimos el privilegio de que él generosamente nos llame así, también sumaremos plegarias y le rendiremos el homenaje que tanto le incomodaba en su sencillez y en su grandeza.


Vamos a permitirnos la licencia porque consideramos necesario que las nuevas generaciones de periodistas reconozcan la labor de quienes supieron marcar un rumbo y dejaron pruebas tangibles e intangibles de compromiso, de pasión por el oficio, de ética. Y también para que los mayores recuerden tales principios.


Como periodista, honesto, comprometido, acucioso, correcto en el uso del idioma, responsable y perseverante. Implacable contra lo torcido. Excelente docente universitario. Brillante dirigente sindical. Incondicional y leal. Como flamante abogado, una promesa. Como persona, un humano en el más amplio sentido de la palabra.


Una trayectoria intachable. Un referente obligado en la historia de nuestro periodismo, Un chiquitano, de Santa Ana de Velasco, nacional y universal que dedicó su vida al servicio de la gente.


Parecerse a él, seguir su profunda huella, recordar sus palabras, deben sonar a estas horas como el mejor homenaje que se le puede hacer. Don Antonio supo, en vida, de reconocimientos internacionales que nunca lo marearon. Apreciaba la sencillez, la gratitud, el compañerismo, la solidaridad, la sinceridad, es decir, lo simple, lo que no se vende ni se compra.


Si alguna vez pedía algo era un café, un cigarro. Nada más. Si no era posible, ni modo. Igual. La charla, que se convertía en cátedra, el sabio consejo, la oportuna sugerencia, el chiste, la anécdota. Todo para guardar, nada para el descarte.


Son pocas líneas, simples y sinceras, que reiteran el agradecimiento al compañero y se solidarizan con quienes comparten el dolor por su alejamiento físico ocurrido el penúltimo día de febrero en el pasado año bisiesto. (OPS)

Dialoguen, pues


lunes, 16 de febrero de 2009

Una miniatura...grande

Encontré, casi de casualidad, esta obra que refleja con sus matices la obra de dos grandes amigos. La chispa salta. Y lejos.

lunes, 26 de enero de 2009