jueves, 16 de noviembre de 2017
lunes, 13 de noviembre de 2017
lunes, 25 de septiembre de 2017
Hay feria o ¡Ay! la feria
Con filas que envidiaría la propia Apple para la venta del nuevo Iphone
o que podrían competir con cualquiera de las que se forma cada vez más temprano
para conseguir ficha en dependencia pública, los visitantes empezaron a
recorrer la feria exposición de Santa Cruz, la más todo.
El sacrificio vale con tal de poder preguntar al pariente o allegado,
con aire triunfal, ¿y vos, ya fuiste a la feria? No importa si lo único que se
va a llevar a casa sea el clásico paquete promocional de galletas, los juanetes
adoloridos y el recuerdo de la picardía -en el sentido más cruceño- ora del
taxista que quiere salir de pobre en unas cuantas noches, ora del cuidador de
espacios en la vía y jardineras públicas que no se responsabiliza por ningún
vehículo, ora del encargado del parqueo que cotiza su tarifa como en Tokio.
Los negocios se multiplican adentro y afuera
como nunca en el año y en la ciudad de Santa Cruz y en todos sus municipios
dormitorio se habla de la feria porque no es solo vitrina comercial, sino
también social, como un grupo abierto de Facebook en espacio real, con seres de
carne y hueso, en realidad más carne que hueso, porque los ejemplares bovinos
tienen de mil kilos para arriba, compartiendo sus “Me gusta” y tan revueltos
como el que saldrá con las galletas y el que se irá con su cero kilómetro, aunque
ni tan cero porque algo tuvo que andar para llegar a la muestra. En suma, hay
feria, o si prefiere, ¡Ay! la feria.Fb
Terminando juntos
Una modelo puso
la cara y su nombre para expresar el sentimiento que otras guardaron por pudor
o simple criterio y ha generado un farandulero debate, mucho más comentado que
ministro anunciando que la Policía dejaría de atender atracos por temor a las
críticas.
La joven de
marras lamenta la publicitada irrupción de una menonita, tan boliviana como
ella, en el competitivo mundo del modelaje y con altísima expectativa en la
vitrina más importante, es decir la Expocruz, y su envidiosa osadía le ha
merecido réplicas y sugerencias de toda índole, algunas incluso más furiosas
que las que merecería el funcionario público chantajista.
Le caen con
todo porque defiende, desde su perspectiva e interés personal, el campo laboral
amenazado, tal como lo hacen de modo cotidiano otros gremialistas en bollo y
afectando el interés público hasta las últimas consecuencias. Lógicamente es imposible
justificar a la modelo, pero la están lapidando mientras en otros ámbitos están
ocurriendo cosas peores.
Hay mucha intolerancia y, está claro, no es
precisamente bueno el ejemplo que dan algunas autoridades que se supone
racionales, pero actúan como mocoso caprichoso con unos berrinches tanto o más
ridículos que el de una ciudadana ejerciendo su libertad de expresión, como
este columnista, que tras 224 semanas en este espacio le pone punto final a su
penúltima entrega hablando de figuritas y titulando como en su primera vez.Fb
lunes, 11 de septiembre de 2017
(Des) encuentro en el alba
Zigzagueantes, más de lo habitual -quizá por efecto del alcohol- en los
pasos peatonales imaginarios del cuarto anillo en la zona noroeste, algunos de
los asistentes al concierto de los Ángeles Azules sorteaban vehículos de bajo y
alto tonelaje conducidos por quienes empezaban de la peor manera su jornada
laboral en día hábil y se (des) encontraban con los que rayando el alba estiraban
al máximo la anterior.
Vecinos malhumorados expresándose en redes sociales porque,
independientemente de sus preferencias musicales, fueron atormentados en sus
horas de descanso al extremo de que si alguno se estaba rindiendo por el sueño
ya bien entrada la madrugada, tuvo nomás que despabilarse porque estalló la
pirotecnia, esta vez opacada por el humo en lo visual, pero intacta en su poder
auditivo, para cerrar con broche de hojalata una presentación esperada y nunca
mejor dicho, esperada.
Puede que los vecinos sean pocos considerando la zona, pero de todas
maneras el reventón literal existió y como suele suceder en los asuntos de la
minucia espectacular, ya que de espectáculos se trata, después del pataleo
virtual y el comentario ocasional, estos y otros angelitos, especialmente si se
tiñen del azul de la impunidad, reiterarán su acción más temprano que tarde.
Una multa, por simbólica que sea, ayudaría a los
promotores de espectáculos a respetar normas mínimas de convivencia y de paso
preservar el buen nombre de sus artistas, sean de color que fueran.Fb
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