lunes, 28 de agosto de 2017

Con o sin chiste





Talentosos humoristas, mimados de la televisión y el teatro, compartieron experiencias en un reciente conversatorio organizado por la Universidad Tecnológica Privada de Santa Cruz (Utepsa). Pablo Fernández, Adolfo Mier, Alejandra Añez, Carolina Bessolo y María Renée Liévana rememoraron su entrada al mundo del espectáculo y admitieron lo complicado que les resulta salir de sus personajes porque el público y hasta sus allegados esperan que sean chistosos todo el tiempo.
Equilibristas por naturaleza, caminan pisando huevos para tratar de no ofender porque los vacíos de una ley los pondrían en aprietos ante un leguleyo sin sentido del humor. Cruzando el charco, otros humoristas se están planteando serias interrogantes sobre su trabajo y el rol que cumplen en la sociedad porque sus chistes ya no causan tanta gracia.
Por un lado se reivindica el derecho de humoristas que quieren ser serios y también están los que quieren ser chistosos a la fuerza, pero les dicen que deben respetar un periodo de cuarentena porque la gente tampoco está para reír todo el tiempo o de cualquier cosa, solo ríe cuando le dan la razón.  
Es nomás cierto aquello de que “el humor se hace hacia adentro y hacia arriba, y si no, es opresión” y nuestros cómicos por suerte siguen en esa vía. Por ejemplo, poca o ninguna gracia les debe causar a los dueños de Juego de Tronos que se les estén filtrando los episodios en Internet, pero eso suena muy divertido.
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