lunes, 26 de diciembre de 2016

Carteles




Carteles por aquí y carteles por allá. La confusión animó el tradicional espectáculo pre-navideño de los levantamanos que esta vez se las levantaron entre sí supuestamente por un cartel y ya no por mirar una pelea de la UFC en plena sesión congresal.
Hay carteles que no se pueden ignorar, como el que saluda cariñosamente a los hijitos de papá frente a una universidad y los que se ignoran olímpicamente, como esos de “no estacionar” frente a los garajes, quizá porque muy pocos cumplen la amenaza de pinchar llantas, o porque otros vivos se adelantaron y ocuparon el resto de los espacios prohibidos en la calzada y a veces hasta en la acera.
También existe el cartel de la re-re-re postulación, que todavía no tiene documental y hay otra confusión por la cartelera de los problemas domésticos, como qué hacer con el fondo municipal para la promoción turística y cultural, generalmente pensada sin pena y ahora con doña Gloria, que dicho sea de paso debe estar muy enojada porque primero le dan y después le quitan la plata para los concursos de belleza que tanto cartel le dan a Santa Cruz, y todo por otro cartel, el de los cibernautas indignados, que día a día se hace más respetable.  
De los carteles con mala ortografía y de los que dominan poblaciones fronterizas siempre habrá tiempo de hablar, de modo que por lo menos en esta época hay que hacer esfuerzos para que predomine la paz y no se confundan los carteles ni los abrazos con puñetes.
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