lunes, 7 de noviembre de 2016

Cincuentones






¿Por qué cuando se tienen 20 ó 30 se dice veinte/treintañeros y ya con 40, 50, 60 se pasa a ser cuarentón, cincuentón, sesentón? Cuestionaba un lector citando a la influyente revista New Scientist sobre que los cincuentones están en la cima de la evolución.
Una rareza, porque lo corriente es leer sobre las maravillas de los millenials, porque se rinde culto a la juventud y por eso también hay cada vez más viejos verdes.
Pues sí, la ciencia ha probado que con cincuenta pirulos si inicia la etapa más productiva y si la traducción al español no fue exagerada, el investigador David Bainbridge (que recién cumplió 48) asegura que “las personas de mediana edad son los seres vivos más impresionantes”.
Esta vez no impresionan sus nuevos agujeros en los cinturones ni las peripecias para esconder canas, si queda cabello. Llegar a los 50 es de por sí una hazaña, tanto por el modo como se conduce y se consume comida en la calle, por decir algo, y amerita que sea una de las celebraciones más festejadas, junto con las de los 15 años.
De modo que si Ricky lo permite, y esto se publica para cuando está programado, va un abrazo muy fuerte para los tocayos Florencio, Rufo, Herculano, Prosdócimo, Engelberto, Restituto, Willibrordo, Aquiles, Agomar, Ernesto, Lázaro, Leopardo, Melasipo, Antonio, Casina, Taurión, Tesalónica, Gertrudis y Severino que deben sus nombres a alguno de estos santos en este día. Y doble si se estrenan como cincuentones.

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