lunes, 5 de octubre de 2015

Mañana, tanda y tunda



La potente luz del aparato que borra la memoria es una de las claves en la película Men in Black (1997). Tener un dispositivo para hacer de cuenta que algo no ocurrió es un viejo anhelo humano, pero antes de Hollywood, un papa, Gregorio XIII (1502-1585) ya había borrado de un plumazo los días comprendidos entre el 5 y el 14 de octubre de 1582 porque de algún modo había que cuadrar los calendarios por un pequeño error en los tiempos del emperador Julio César y como los errores no resueltos a tiempo se hacen cada vez más grandes, los minutos de falla se volvieron días.
En tiempos de cambio, con relojes que marcan la hora en sentido inverso, no suena tan descabellado soñar con adoptar otro calendario y eliminar determinados días, por ejemplo todos en los que machaconamente se pasa y repasa unas imágenes violentas, sobre un incidente que involucra a un joven personaje televisivo de la farándula criolla.
Si no se puede, aunque sea que disparen el fogonazo cinematográfico, para borrar de la memoria el incidente y el morbo con el que se lo muestra, no porque se prefiera mirar a otro lado frente a una realidad de la que somos cómplices, sino porque es imposible disminuir la violencia si van a exhibir mañana, tanda y tunda y nunca mejor lo de tunda, las escenas de un muchacho masacrando a otro en el piso.
Por si fuera poco, con tanta lavada de manos, igual que en los tiempos del astrónomo errado, el retrato de nuestra sociedad queda completo. 

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