lunes, 25 de mayo de 2015

Cazafantasmas



Es tan variada la cartelera teatral en Santa Cruz, en salas donde antes salían bultos, que los fantasmas espantados de la residencia presidencial en Sucre deberán buscarse otro sitio en plena efeméride chuquisaqueña. A uno de ellos no le afectará el desalojo, puesto que acaba el tránsito de la alcaldesa Desirée Bravo y deberá hacerse visible, un rato, al menos. 

Dicen que con los fantasmas criollos es mejor de a buenas, porque si se emplean los sofisticados dispositivos de la película gringa alusiva, puede que se enojen y perturben el sueño de Su Excelencia y las 50 personas, o sombras, de su corte.

Calculando la misma velocidad estimada para la carrera en chinelas en el Cambódromo, o la salida de Enrique Salazar, los desalojados podrían volar hacia alguna de las obras inconclusas del programa Evo Cumple, o del Fondo Indígena, u ocupar las cabinas del teleférico de la línea roja que se paralizará por mantenimiento. Opciones tienen, porque como cuenta el periodista Pablo Ortiz, el aposento presidencial y las habitaciones contiguas deben estar despejadas. 

Apoyarán militares que dejarán sus delicadas funciones de supervisores en panaderías y aún así habrá fantasmas tan escurridizos como chofer de minibús al que se quiere notificar, o miss Santa Cruz a punto de entregar la corona, pero los Bs 400.000 invertidos para la comitiva oficial equivalen a una tarifa estándar en hotel de lujo en cualquier capital del mundo, como Sucre.

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