En una entrevista titulada Conocí la ropa interior a los doce o trece años, Evo Morales anunció que luego de su periodo presidencial -no aclaró si el 2020, 2025 ó 2050- volvería a Chapare como mesero. “Yo no sé cocinar bien (pero) vamos a cobrar baratita la comida y vamos a vender cara la foto. Un expresidente atendiendo la mesa, todos van a querer la foto”, así vislumbró su emprendimiento fotogastronómico.
La entrevista,
de octubre de 2014 y publicada por el portal español El Confidencial, quedó
finalista en un reciente premio, aunque de menor categoría que el ganado por
nuestro Roberto Navia, que acaba de recibir su galardón de manos del rey de
España.
La imagen
surrealista, no de Roberto, sino de Morales posando con sus comensales y
cobrando por ello pareciera un homenaje a Salvador Dalí, gran exponente del
surrealismo, que nació un día como hoy en 1904 y tenía una afición especial por
la cocina gourmet.
Tampoco sorprendería que Evo publique su recetario exótico,
si el propio Dalí tiene su libro de cocina, un objeto de colección editado en
Francia, con platillos de sugerentes nombres. Los de Morales tendrían
ingredientes más picantes.
Hay futuro ahí, salvo que el litigio con Chile se prolongue
y comparta su anhelo de ser mesero fotogénico con el de litigante internacional,
aun sin estudiar Derecho, porque sus abogados también le podrían arreglar eso mientras
posa o prepara alguna especialidad, se supone sin pollo, por lo menos para la
foto.
Fb
