Podría
tratarse del título honorario para un reconocido habitante en una de las zonas
más populosas de Santa Cruz, pero Villano
favorito es parte de la cartelera cinematográfica para las vacaciones
invernales y, claro está, no faltarán maliciosos que le busquen (y encuentren)
la forma de adaptar este título según conveniencia.
Críticos de
cine han anticipado que en la última versión de esta saga apenas se muestra a
los minions, esas criaturitas
amarillas aparentemente inspiradas en los tanques de gas vehicular tan
populares en motorizados de lujo en la ciudad y eso es una gran injusticia porque
estos personajes incomprensibles -no los que ostentan camionetangas con tubos-
sino los muñequitos que hablan como locutores de radio pop, son los que le han
dado renombre y ganancias extra a la serie.
O sea, los
villanos están de moda. Quizá por eso uno reconocido como “chutero”, cariñoso apelativo
para contrabandista, recibe un reconocimiento como héroe y mártir en vida, o coincidentemente
cuando se anuncia el retorno de Los
Picapiedras a la televisión abierta, salta a la escena un cavernícola con
huevos de sobra, porque solía lanzarlos en el aeropuerto.
Como van las
cosas, ojalá la hermosa actriz de la saga Rápidos
y furiosos termine como villana favorita antes de alejarse convencida de
que las mujeres tienen poca importancia en la película y después no habría que
sorprenderse si le empiezan a buscar comparaciones.