A estas alturas del año, o
anchuras, según convenga y sea más fácil representar, es mejor respirar hondo, total
un poco más de humo no mata, y aceptar que pese a las proyecciones en la
economía, la sequía y ventarrones, es momento de tranquilizarse porque el
venidero septiembre, será un mes de locura. En síntesis, como dice un pokemon:
“Vamo a calmarno”.
Si la Fiscalía favoreció a
Gabriela Zapata porque no quisieron hallar pruebas, o si la ex ministra Nemesia
Achacollo está casi calladita en La Paz que en Palmasola, no debería amargar a
nadie, ni tampoco deberían molestar aquellas muestras tan sinceras de
contrariedad de parte de nuestros tres ministros más oficiosos.
Mejor calmarse y pensar, por
ejemplo, que hace seis años se encontraron con vida a los 33 mineros atrapados
en una mina chilena, entre ellos un boliviano. Conviene tomar las cosas con
calma aunque nuevamente las hermosas dobles vías controladas por mineros cooperativistas
estarán bloqueadas y serán muchísimos más que 33 los atrapados en el frío bajo
la consigna popular de “no-vamos-permitir”.
Vamo a calamarno en el tráfico,
en los mercados, entre la basura y entre tantos motivos que nos dan, porque el
que se enoja pierde y el “no-vamos-permitir” nos está llevando directo a donde
nadie quiere ir, especialmente ahora que hay cámaras por todas partes. O como
dicen las misses: “un pollito con papas es bueno de vez en cuando”, aunque no
faltará quien diga, “después de la feria”.