Algunos aplausos durante la
presentación al aire libre de las candidatas a Miss Santa Cruz no eran tales,
sino intentos -frustrados la mayoría y uno que otro efectivo- para eliminar mosquitos
autoinvitados a la gala. El No me moleste
mosquito hubiera quedado bien para musicalizar graciosas escenas con las
palmas y los rostros de la psicosis por las enfermedades viejas y nuevas
transmitidas con las picaduras de estos insectos que no discriminan beldades ni
realezas.
Este pegajoso estribillo, supuesto
aporte publicitario de la banda rockera The Doors para promocionar un
insecticida en 1972, porque Densmore,
Krieger y Manzarek de algo tenían que vivir tras la muerte de Jim Morrison el
año anterior, tiene varias versiones en español, pero ninguna logra el acento
gringo original.
Pega porque se aplica a cualquier
situación incómoda, como cuando hay preguntas sobre el dron o el parque
vecinal, o sobre las fotocopias que muestran ministros y fiscal general, o si el
presidente tocó o no la pancita.
No me moleste, mosquito/ no me moleste, mosquito/no me moleste,
mosquito/ why dont you go home?/ No me moleste, mosquito/ let me eat my
burrito/ no me moleste, mosquito/ why dont you go home?
Sé
que buscar alivio reproduciendo algo autóctono hubiera quedado mejor en esta
fecha, Día del Cine Boliviano, pero con tanto mosquito y tanta molestia, tanta
mentira, y con el Dengue-dengue olvidado,
como diría una bella candidata, “no quedó de otra”. Fb