Como no se supo más del príncipe árabe que le emponchó un costoso traje
al alcalde warneño, Mario Cronenbold, a cambio de un sombrero de Bs 15 y
dos hojas membretadas para entretener a la gente después de lo
aburridos que se pusieron los informativos, quizá otros miembros de la
realeza internacional estén desviando su paso por el suelo cruceño
plagado de grillos.
Como las noticias circulan rápido y por
diversas vías, ya estarán enterados de que lo máximo que lograrán será
un sombrero ‘e saó, papeles y unas fotos junto a cualquiera de los
sonrientes alcaldes, o alcaldesas de facto, o precandidatos municipales,
para deleite de los criticones que a todo le ven lo malo, sea oficial o
extraoficial.
Como extraoficial fue la visita del presidente al
Papa y oficial la entrega de otro traje exclusivo y autografiado, porque
desde la Santa Sede se da a entender que Evo Morales se saltó el
trámite y “le metió nomás directo” hasta la morada de Francisco, como
Pancho en su casa, donde dijo que habría que acabar con el lujo y la
ostentación.
Y como resultó ser no oficial el inserto
publicitario de cuatro páginas en el dominical del The New York Times -a
tono con el jet set internacional- oficialmente se sabe que los
príncipes tienen destinos turísticos más generosos. Mientras, aquí,
acostumbrados a eludir el rigor protocolar, le seguiremos metiendo
nomás, como ante cualquier semáforo, fila, trámite, o al Club Hípico.
¡Qué nos hacemos los príncipes sorprendidos!