Con el permiso
de ustedes y dado que el templo de adoración de Orinoca no exhibe las famosas
tetillas, porque el acceso a ellas corresponde apenas a un grupo selecto, vamos
a ver cosas mejores y explorar los festivales de comida de Carnaval,
actividades que no se pagan con plata del Estado y permiten a los comparseros
aliviar en algo sus finanzas, porque también hay que comprar útiles escolares y
pagar las multas acumuladas de tránsito.
Por ejemplo, el
festival de costillas, de los Picarazos, con reina incluida, lo cual no
significa que los Piltrafas quieran hacer su fiesta a costa de ellos ni mucho
menos, porque son firmes candidatos para coronar en 2018. El festival del churrasco de los Tauras Jr tendrá
premio Limón, que es una de las bandas premiadas este año, o sea que no son
ningunos amargos.
El festival
del pato será en Tipoi y no porque las comensales o las aves vayan a vestir de
modo tradicional, sino que se hace en este pintoresco pueblo y tiene la gran
opción de manilla de mirón en 10 bolivianos si no piensa pagar los 100 para
cuarto pato y polera, y como los organizadores son unos Fatiguillas, ahí nomás
coronarán a su reina.
En el festival
de la vaca y el pollito de las agrupaciones Ajuria Carnavalera y Renovación, los
más yescas podrán disfrutar de la fiesta pagando sólo 50 para ver al resto
masticando a doble carrillo. ¡Y pensar que toda esta tradición empezó con la gran
Feijoada de los Taitas, con caipirinha y batucada!