lunes, 21 de diciembre de 2015

Cuenta regresiva





Como aquellos iluminados que los días miércoles publican en redes sociales “estamos a mitad de semana” y los insufribles llaman “ombligo de la semana”, sorprendiendo a todos con esa valiosa información, resulta que en diez días se va el año.
Por nada. No es necesario agradecer el recordatorio para la cuenta regresiva porque otra cuenta, la bancaria, ya se lo ha debido anunciar, aunque igual tendrá que contestar el teléfono y tragará una grabación del banco para recordarle que debe gastar hasta lo que no tiene a cambio de puntos para unos productos que podría comprar muchísimo más baratos de contrabando, que es lo que está de moda.
Casi tan de moda como ponerse polleras sobre pantalones y tratar de ver qué otra monería se puede hacer, como liberar tortugas, o lo que sea, para no tener que mirar el desierto donde se supone que había un lago, pero ¿quién quiere ver eso o sus flamencos muertos si a corta distancia se puede apreciar la exhibición de los regalos presidenciales? Si Orinoca le queda lejos y todavía no sabe qué hacer, o ya fue extorsionado por gendarmes o policías de los planes navideños y se quedó sin efectivo, podría distraerse haciendo el conteo de rigor escuchando los éxitos musicales del Piqui-Piqui, el Tiqui-Tiqui o el Taca-Taca, que es lo que probablemente bailaban en la oficina de la incomprendida jueza de Punata, empeñada en mostrar que la justicia no tiene por qué ser tan seria y mucho menos a fin de año.

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