El padre Mateo
Bautista, tan popular entre los grupos sociales, no es de los que anda buscando
pantallas, pero a su campaña para lograr mayor atención a los enfermos le
vendría muy bien el apoyo de artistas, unidos, para que la voz, compartida por
miles de personas, se escuche más fuerte.
Así lo
hicieron hace 30 años, un día como hoy, y durante 16 horas, en el estadio de
Wembley, en Londres, en el llamado “Ayuda en Acción” con un inolvidable concierto
musical para reunir fondos y combatir el hambre en África, emulando lo hecho
meses antes en Estados Unidos con el Live aid África y el famoso “We are the
World” cantando por las máximas estrellas de la música en ese momento.
Cuando los
artistas se unen, y hay antecedentes muy importantes, se logran maravillas. En
1985, el citado concierto fue seguido por mil millones de espectadores de más
de cien países, según cuentan.
A diferencia
de la canción del mar, cuyo impacto no ha traspasado las buenas intenciones,
quizá por el modo en que se promocionó, o porque ya hay un Canto a Abaroa,
aprendido desde la escuela, la canción por la salud y los enfermos sería más
cercana. Los artistas sabrán darle el toque. Es cuestión de juntarlos, si es
que no se juntan solos y en poco tiempo se podría estar disfrutando del tema,
mientras se ayuda a quienes tanto lo necesitan. No debe ser tan difícil, ¿o no
es cierto aquello de que la salud es lo primero? Escenario, hay, con poco uso,
frente a El Cristo.