Una reciente
investigación estableció que la risa y las cosquillas no son exclusivamente
humanas porque las ratas también disfrutan de este tipo de estimulación. Las
malas lenguas, que son muchas, suelen llamar ratas a los oportunistas que se
pasan de bando por plata y, como tales, siempre son los primeros en abandonar el
barco cuando hace aguas.
Por ejemplo, están
RATI-ficando a un ciudadano que apenas cobra diez sueldos mínimos por pasar de
activista a archivista en la Dirección Nacional de Memes y Likes en la búsqueda
un mejor Internet para Bolivia, o sea sin voces discordantes.
El genio Walt
Disney intuyó el descubrimiento científico sobre los roedores al crear un Donald
cascarrabias (el homónimo con Trump es casual) y un ratón Mickey risueño. Investigaciones
anteriores ya habían revelado que las ratas emiten una risa inaudible por el
oído humano. Quizá así operen en la susodicha dirección del “misterio” de
Comunicación, oneroso despacho, tan transparente y silencioso como el de Medioambiente
y Agua, y debe ser por eso que los mandatarios primero y segundo no sabían nada
de nada.
Otro
genio, Roberto Gómez Bolaños, fallecido hace dos años un día como hoy, escribió
que “el profesor (Jirafales) dijo que los primeros que usaron los caballos
fueron los chinos, pero la Chilindrina dice que no, que antes los usaron las
yeguas”. Ellos sí sabían, mientras nosotros aquí enredados con ratas, chinos y
lavadas de mano en seco.Fb