La salida del álbum The Wall (El Muro),
de la banda británica de rock Pink Floyd, el 30 de noviembre de 1979, es un
suceso que posiblemente no tenga ninguna relación con el Día internacional de
la seguridad informática, que es hoy, pero el que busca encuentra.
En la citada ópera rock, se
retrata la vida ficticia de un joven enfermo mentalmente por una serie de traumas.
Sus problemas son ladrillos para su muro, el que usa para protegerse y aislarse.
La obra termina con la orden de derribar la pared y exponerlo al mundo
exterior.
Actualmente, el muro tiene un
significado inverso porque los problemas, las penas y las alegrías se colocan en el muro virtual
para que todos las vean. “…Si querés saber qué opino, mirá mi muro”,”… ¿Viste
lo que fulanito puso en su muro?” y así.
Cuentan que la idea del álbum
surgió luego de que el bajista y cantante Roger Waters le escupió en la cara a
un fan de primera fila que se comportaba agresivo. Disgustado consigo mismo y
con la actitud de algunos fanáticos, Waters fantaseaba con la idea de colocar un
muro entre el escenario y la audiencia. Era el rechazo por la alienación que
percibía entre los fans con las superestrellas. En la banda sumaron la guerra, la
sobreprotección materna, el fracaso sentimental, la violencia policial, la
educación opresora y la locura.
Una
locura muy parecida a la de estar publicando en Facebook asuntos que atentan
contra la seguridad personal y también contra el decoro. Fb